Son ideales para disfrutar de la lectura, para relajarse, para acurrucarse y ver la tele… la chaise longue o silla larga en español es una pieza capaz de añadir un poquito de elegancia y sofisticación a cualquier habitación de la casa.
En estos momentos es fácil encontrar sillones como éste en todo tipo de estilos decorativos. Es perfecta en una biblioteca, junto a una chimenea, o frente a un gran ventanal si gozas de unas vistas privilegiadas. De todas maneras, no te amargues demasiado si tu casa no es especialmente grande, ya que se trata de un mueble mucho más versátil de lo que podría aparentar a primera vista.
Una chaise longue en el salón
Rematar tu salita de estar con una chaise longue está muy en boga. Puedes encontrar sofás en los que uno de los módulos es un poco más largo y en el que puedes recostar piernas y pies. Son apropiados en espacios pequeños, ya que ocupan menos volumen y ofrecen una amplitud visual sin igual gracias a su respaldo y brazos de menor tamaño.
Puedes también jugar a combinar su tapizado y su estilo con las de tus otros asientos de tu salón.
En tu dormitorio
Si te gusta leer antes de ir a la cama o acostumbras a refugiarte en tu dormitorio para disfrutar de la compañía de una buena novela, sería ideal tener una chaise longue en tu habitación. Si no tienes mucho espacio puedes colocarla en los pies de la cama y moverla junto a la ventana —o donde prefieras— cuando quieras utilizarla.
En pareja
Sillones como éste están pensados para descansar, relajarte, ver la televisión. Duplicando esta pieza de mobiliario podrás compartir todos estos momentos con tu pareja o amigos.
Como puedes ver, la versatilidad y comodidad de las chaises longues es casi infinita. Sea cual sea el rincón de tu casa disponible, una chaise longue es el acompañante ideal.