Si hay un mueble que domine sobre el resto en nuestro salón es el sofá, y no es casualidad: gran parte del tiempo que pasamos en casa lo pasamos en el sofá, sentados, recostados, viendo pelis o simplemente con un libro en la mano.
Siendo el sitio donde nos reunimos con familia, amigos, pareja o por qué no, nuestros bichillos, el sofá es algo más que un simple mueble.
Pero, ¿conoces la historia del sofá? ¿Te haces una idea de cuánto ha cambiado la importancia de este mueble en el último siglo?
¡Otra cosa que le debemos a los árabes!
Según dicen, fueron los antiguos sultanes de los países árabes los que usaban este mueble a modo de trono. Pero a diferencia de las sillas normales de la época se les añadían cojines y tejidos para que fueran mucho más cómodos y atractivos. También se dice que los antiguos egipcios usaban algo similar al sofá, pero no tan maravillosamente cómodo como los sofás árabes.
¿Pero… qué han hecho los romanos por nosotros?
Fue en la antigua Roma donde se le dio un nuevo uso a nuestro querido sofá. Los romanos utilizaban un sofá conocido como triclinium, donde los hombres de la burguesía se recostaban para comer, conversar o recibir a sus invitados.
Obviamente, el uso del triclinium —qué casualidad— estaba reservado a estos hombres: ni niños, ni mujeres ni esclavos podían hacer uso del mismo. ¡Menos mal que todo eso va cambiando!
Y la actualidad del sofá
En estos momentos, el sofá se ha convertido en un mueble imprescindible para cualquiera de nosotros. Ocupa un lugar privilegiado en nuestros hogares, y no sólo dentro del salón: también podemos encontrar sofás en habitaciones, terrazas y jardines.
Tanto es así, que se ha convertido en el centro de muchas escenas de series y películas míticas, hasta el punto de ser parte indisoluble de muchas tramas audiovisuales.