Si hay algo que puede cambiar por completo el aspecto y las sensaciones ofrecidas por un interior, es el mobiliario. Mientras que su propósito principal es la funcionalidad, una estética atractiva es crucial. Desde reservados cálidos e íntimos a atrios minimalistas, ligeros y de planes abiertos, el mobiliario escogido por los diseñadores de hoteles crea una primera impresión duradera.
Los viajeros que hayan recorrido largas distancias requieren un entorno relajante desde que entran a la recepción al minuto que se dejan caer sobre la almohada. Entre reuniones de negocios y excursiones turísticas, suelen buscar opciones de ocio excitantes y zonas de restauración acogedoras. Las opciones para la creatividad son casi ilimitadas, pero la decoración debe ser elegida con la seguridad del cliente y el concepto del hotel en mente.
Las tendencias en mobiliario hotelero están evolucionando de manera constante, ya sea por las diferentes modas en diseño interior o las diferentes preocupaciones sanitarias. Cada vez hay más materiales disponibles, inspirando a los diseñadores de muebles para que produzcan nuevas e imaginativas ideas o añadan giros sorprendentes a los clásicos de siempre. Hay una plétora de opciones, desde la pieza central llamativa al acabado sutil, todo lo cual ayuda a definir el tema y estilo del edificio.
Además de ofrecer un “escenario” para una experiencia inolvidable —e infinitas posibilidades para que los visitantes se hagan ver en Instagram y otras redes sociales— los hoteles y restaurantes nos ofrecen una dosis extra de inspiración en diseño de interiores. La mayoría podrían ser vistos como casos de estudio que exploran las tendencias de toda la industria del diseño de interiores. Conceptos innovativos, formas, paletas de color, materiales novedosos o el simple hecho de jugar con lo conocido para ofrecernos algo completamente extraordinario.
Aquí os dejamos varias tendencias en muebles para hotel que no creemos que desaparezcan pronto:
Diseños sostenibles
Más allá de una simple tendencia, el diseño de espacios con un sentido claro ha sido una forma clave de actuar en muchos hoteles diseñados este año, con un enfoque claro en materiales alternativos.
Lo que diferencia a los diseñadores de hoteles líderes de otros es la capacidad de desafiar las convenciones. La recepción ha sido, tradicionalmente, la forma de sugerir la riqueza y el lujo del hotel. Sin embargo, en los hoteles más nuevos y modernos, los diseñadores se han esforzado para enfocar su creatividad hacia la creación de un “estilo propio”, utilizando artesanía y materiales locales.
La madera ha vuelto
El atractivo orgánico y eterno de la madera sin pulir se ha convertido en un elemento imprescindible gracias a la popularidad de la moda escandinava. Este diseño clásico y minimalista viene de principios del siglo pasado, huyendo de los muebles excesivamente recargados y ofreciendo una bocanada de aire fresco.
En los espacios más contemporáneos, hay posibilidades de sobra para imitar el aspecto de la madera en mesas, paneles o barras de bar. También se puede combinar con colores pastel para añadir un toque suave de color, o con texturas metálicas para ofrecer una mezcla cautivadora de lo natural y lo industrial.
No nos olvidemos del cemento
El cemento pulido nos ofrece una estética minimalista, creciendo en popularidad en cocinas, encimeras y mesas de restaurantes.
Un material suave al tacto, con un potencial poderoso en su efecto mate y monocromo. Combinadas con madera, este tipo de superficies nos ofrecen un toque moderno ya sea para una cadena global o para un pequeño hotel local.
Superficies con textura
Atrás quedó el uso del oro y el brillo en los interiores más modernos, siendo reemplazado por metales y superficies más cálidas a fin de crear espacios más comfortables. Al mejorar las tecnologías de fabricación, las superficies consiguen mejores texturas gracias a la mezcla de diferentes materiales para obtener patrones y formas interesantes.
A la hora de crear zonas diferenciadas dentro del hotel, los diseñadores modernos utilizarán un único motivo —texturas, formas, colores— que pueda reflejarse en muebles, cojines y muros.
Subiendo el “volumen”
Cada vez más, los hoteles requieren colores vibrantes y llamativos para añadir un toque fresco a sus estancias. Los colores primarios en sus matices más atractivos nos ofrecen interiores únicos y distintivos perfectos para los hoteles más modernos; desde los asientos de la recepción a la cafetería más exclusiva, pasando por pequeños toques brillantes en las habitaciones para crear una atmósfera alegre, los muebles tapizados cobran una mayor relevancia.
Por supuesto, más allá de lo puramente estético, los bloques brillantes de color también tienen un uso práctico, ofreciendo a los cansados viajeros una forma sencilla de encontrar zonas como la recepción o el restaurante.
Paletas de color neutras
Sin embargo, este año también se han podido ver ‘rangos esenciales’ en las colecciones de más de un proveedor, enfocándose en la calidad del material y no en los patrones o colores. Tampoco es coincidencia que Pantone haya elegido su color del año, un azul clásico que simboliza calma, confianza y conexión.
Un poco de drama
Esos interiores más íntimos, cubiertos de matices oscuros y tonos caprichosos, resurgen al redescubrimiento de los salones y boudoirs de principios de siglo. Marrones barnizados, negros lacados, rojos bermellón y púrpuras profundos se utilizan para superficies y tapizados, siendo ideales para las habitaciones y para zonas de recepción. Cuando se mezclan con luces cálidas, estos tonos nos hacen pensar en entornos refinados perfectos para la relajación.
Unicidad y marca en la época de las redes sociales
En una sociedad como la actual, dirigida y definida por las redes sociales, no se acepta nada menos que un diseño de mobiliario auténtico, único y lo suficiente llamativo como para que nuestros clientes compartan sus experiencias y sus fotografías, haciendo que nuestra imagen atraiga a nuevos visitantes en potencia.
Minimalismo pandémico
La reciente —y devastadora– pandemia de la COVID–19 ha influido también, a lo grande, en la decoración y el mobiliario de hoteles.
“Gracias” al virus, nos encontramos con espacios más diáfanos, con muebles más separados unos de otros, y con mamparas a modo de medida de seguridad.